El presidente ejecutivo de la Coca-Cola, Muhtar Kent junto al Presidente Felipe Calderón. EL UNIVERSAL
- Llegará a cien mil empleos en México
La empresa refresquera prepara un paquete quinquenal de cinco mil millones de dólares
Esta inversión supone “un compromiso de largo plazo” con México, donde la multinacional estadounidense ha creado diez mil empleos en los últimos cinco años y prevé crear otros tantos en el futuro cercano, dijo Kent, que estuvo acompañado en el anuncio por el presidente mexicano, Felipe Calderón.
Con la inversión programada, la firma aumentará hasta cien mil empleados su plantilla en México, dijo Kent en un acto al que también asistieron el secretario mexicano de Economía, Bruno Ferrari, y el titular de Proméxico, Carlos Guzmán.
Calderón consideró que anuncios como el de Coca-Cola o el que el miércoles pasado hizo el fabricante de autos japonés Nissan, que informó sobre una inversión de dos mil millones de dólares en una nueva planta en Aguascalientes, le darán un gran impulso a la economía mexicana que se traducirá en más puestos de trabajo.
En el marco del 42 Foro Económico Mundial ((WEF, por sus siglas en inglés), también se concretó un acuerdo entre empresas y el Gobierno de México, llamado “Alianza para el crecimiento sostenible de los negocios agrícolas en México”, y que busca elevar la producción de alimentos.
Calderón, quien ayer concluyó su participación en el WEF, estimó que “la confianza de una empresa global como Coca-Cola en nuestro país es una muestra de las condiciones de oportunidad que se viven en México para la inversión”.
“Esta decisión sale del trabajo responsable y decidido que hemos emprendido en los últimos años para mantener condiciones de crecimiento estable con certidumbre, con responsabilidad”.
Recordó que el país recibió en los últimos años más de 106 mil millones de inversiones directas extranjeras.
Calderón se reunió con el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, con quien dialogó sobre los desafíos de la situación financiera internacional.
NUMERALIA
Una empresa con chispa
93 mil empleos directos crea Coca-Cola en México.
800 mil indirectos genera la actividad de Coca-Cola en el país.
86 años suma en México la compañía de bebidas refrescantes y alimentos.
31 millones de árboles ha plantado la empresa refresquera en su campaña de reforestación.
ENTREVISTA DOMINICAL
El Foro Económico de Davos no se caracterizará por sus acuerdos, opina Sergio Negrete
No es fácil olvidar las referencias económicas grandilocuentes de José López Portillo: “aprender a administrar la abundancia”. Tampoco es sencillo abstraerse de un pasado mexicano marcado por la crisis y la inflación, donde el presupuesto público servía como válvula de conexión con grupos de interés y para satisfacer las demandas de las corporaciones vinculadas al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La historia del país está llena de descalabros, retrocesos y ajustes dolorosos. El Presidente Felipe Calderón decía en Davos que los países europeos tendrían que aprender de la gestión exitosa de la crisis mexicana conducida por Ernesto Zedillo. La palabra crisis suele rondar casi permanente el imaginario de los mexicanos.
Sin embargo, México goza de años de estabilidad y fortaleza macroeconómica. Desde Zedillo, el país ha logrado mantener la inflación en niveles manejables, la deuda ya no agobia las finanzas públicas y las reservas monetarias alcanzan día a día sus máximos históricos. Sin embargo, la desigualdad y la falta de crecimiento económico siguen azotando a la economía nacional. Sobre todo, si se compara con los competidores en el mercado global.
Estos temas son infaltables en la conversación con Sergio Negrete Cárdenas, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Pasar de un tema a otro, caer en digresiones y recuperar el hilo de la conversación, son prácticas comunes cuando se sumerge en los terrenos del investigador. “Me queda claro que el problema fundamental es la falta de crecimiento” sostiene el propio Negrete Cárdenas, que se autodefine como un economista liberal, defensor del mercado y no oculta sus incomodidades con la ineficiencia y distorsiones que produce el Estado cuando entre en el quehacer económico.
Negrete Cárdenas, que se doctoró en Economía en la Universidad de Essex en Inglaterra, no se aísla en los fenómenos económicos, por el contrario, se avienta hacia las realidades políticas y no niega que muchos de los atrasos económicos que afectan al país, tienen su origen en la esfera política, en la oposición obstruccionista y en la falta de acuerdos en los órganos legislativos. “Creo que debemos movernos a un sistema parlamentario o semipresidencialista, a un sistema que logre mayorías y que rompa esta inercia de obstrucciones”.
Inmerso en la coyuntura, el profesor de la casa de estudios jesuita, prefiere tomar con cautela la reunión económica en Davos. “Puede ser que existan algunos acuerdos bilaterales importantes, no lo descarto; pero no espero demasiado de Davos, aunque no niego su relevancia”.
— ¿Qué espera de la reunión de Davos?
— No espero algo concreto de interés, creo que lo importante es lo que está atrás de las cortinas. Las reuniones bilaterales, más personales, son las que suelen producir mayores resultados. Sabemos que Davos es la generación de relaciones. Pero que salga de ahí una decisión sumamente relevante, no creo. En eso Davos resulta muy pretencioso, lo que te dice mucho es la atmósfera: pesimista. Llevamos años de bajo crecimiento, te dice mucho que vaya Angela Merkel, David Cameron.
— ¿Cree que el capitalismo depende cada vez más del Estado?
— Sí veo esta vinculación entre el capitalismo y el Estado, pero lo veo desde una perspectiva de “estado-empresario”, que trata de articularse bajo las lógicas de eficiencia, no el Estado al que estamos acostumbrados en México, que es un Estado paternalista que está dispuesto a perder dinero por causas sociales. Las empresas estatales apuestan por recursos naturales, desde tierra hasta petróleo y demás. Hay que decir que desde la mentalidad inicial de esta nueva visión el Estado es no perder, desde ahí tenemos una transformación.
— En Davos México es muy alabado por su estabilidad macroeconómica, ¿Ve esta fortaleza?
— Sí y no. No hay que quitarle méritos a Felipe Calderón, aunque la estabilidad, la inflación baja y otras fortalezas, las recibió desde la administración de Vicente Fox, es más desde Zedillo, no es una cosecha de él, aunque sí la mantuvo, cosa que no es poco. No lo echó a perder, pero tampoco hay que darle demás porque la heredó. Las malas cosas también la mantuvo, todo lo que entra por petróleo nos lo estamos gastando, desde Fox hasta la actualidad nos estamos tronando todo. El nivel de gasto público se ha duplicado en términos reales desde el periodo de Zedillo. Cuando escucho el apodo de Francisco Gil Díaz del “Fiscal de Hierro”, me parece risorio. No nos hemos dado del aumento del gasto, porque los ingresos han crecido, pero cuando se te caen los ingresos petroleros queda de manifiesto la debilidad estructural de las finanzas públicas. Esto es muy preocupante porque las inercias de gasto son muy claras y evidentes. Calderón lo heredó y tampoco lo arregló.
— Si la tercera parte de nuestro presupuesto proviene del petróleo, ¿qué se hará cuando se acabe? ¿Tendrá que hacerse una reforma fiscal demasiado profunda?
— La producción de petróleo se irá reduciendo poco a poco, no de un golpe. Del pico de producción que tuvimos en los años de Fox, se ha reducido la producción en un millón de barriles de petróleo al día, lo que es mucho. Esto es gradual: primero disminuirán los ingresos petroleros; luego estaremos en la autosuficiencia, posteriormente tendremos un pequeño déficit y así sucesivamente. Cada etapa supondrá un ajuste, ya que las inercias en el gasto son pesadas.
— ¿Cuáles son las condiciones que no permiten crecer económicamente?
— Esa es la gran pregunta económica del país. Tienes que lograr una economía productiva, la competencia es clave. Ojala mejoremos la educación, pero eso no va a pasar pronto. A corto plazo no se va a solucionar, el tema educativo seguirá siendo deficiente por las inercias que acarrea. Por lo que la capacitación resulta fundamental; lo que hace Estados Unidos a pesar de su deficiente nivel educativo, es la competencia. Obliga a que las empresas tengan al día a sus empleados a través de procesos de capacitación y formación que constantemente eleven los niveles de productividad del país. Esto los obliga a estar actualizados todo el tiempo y suple lo que no les dio la escuela. Toda la agenda de las reformas estructurales, es fundamental; pero considero que la productividad no se queda atrás. El encuadre legal que resulta clave, no ha sido atendido. La ley de Inversiones Extranjeras es antiquísima, de la época del Muro de Berlín, su actualización es urgente.
— ¿Por qué la fobia de los partidos políticos a los impuestos?
— Considero que es un tema de la oposición y de la obstrucción que encuentra el Presidente en el Congreso. No creo que sea un tema de pertenencia ideológica, sino de un sistema político que no te da mayorías, como en el sistema parlamentario que se forma Gobierno. Creo que debemos movernos a un sistema parlamentario o semipresidencialista, a un sistema que logre mayorías y que rompa esta inercia de obstrucciones.
PERFIL
Ex funcionario del Fondo Monetario Internacional
Sergio Negrete Cárdenas es profesor de tiempo completo en el Departamento de Economía, Administración y Mercadología del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Investigador asociado del Centro de Estudios Espinosa Iglesias. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional entre 2004 y 2009, en el Secretariado del Consejo Ejecutivo y el Departamento de Relaciones Externas. Ha sido profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional en Barcelona, la UNAM y la Escuela de Periodismo Carlos Septién.
Colaboró por varios años con el grupo británico The Economist sobre temas relacionados con México, y desde 1999 es analista de Oxford Analytica para temas relacionados con México y la economía internacional. Columnista por varios años en el periódico El Economista, además de contribuir a otros medios impresos y electrónicos. Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México.
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