NUEVA YORK.- El 17 de diciembre del 2007, se perpetró en Yonkers uno de los crímenes que más han conmovido a la comunidad hispana de ese suburbio en los últimos años. El repartidor dominicano de comida Martín Antonio Pérez, fue asesinado en un intento de robo, mientras trataba de entregar un pedido hecho al restaurante en el que trabajaba.
La policía arrestó a varios adolescentes a los que vinculó a pandillas del área, acusándolos de ser los responsables del homicidio.
Hace dos años, Virginia Pérez, destacada activista comunitaria decidió incursionar en la política local por primera vez en su vida, consciente de que sólo desde una posición legislativa municipal puede someter leyes que ayuden a enfrentar la violencia, el crimen organizado y el narcotráfico con medidas drásticas que reduzcan los niveles de delincuencia en el área.
"Nadie abrió la puerta, nadie llamó la policía, alguien tuvo que haber visto y oído algo, pero nadie movió un dedo", expresa en entrevista con este reportero en referencia a la noche trágica en la que su hermano fue ultimado. Se lo achaca al miedo de la gente.
La víctima estudiaba para entrar al Departamento de Bomberos y trabajaba como repartidor para que su hijo de 7 meses de edad, pudiera disfrutar de su primera navidad sin limitaciones económicas. "Esta violencia sin sentido tiene que terminar y estoy en una misión para acabar con ella, así que mi hermano no murió en vano. Desde ese día, decidió entrar al servicio público para hacer la diferencia", responde ella a la pregunta de si teme que sus adversarios la acusen de usar la muerte de su hermano para ganar el escaño.
Tan arduo fue su trabajo de activismo en el que tocó cada puerta de los residentes de los sectores que componen el distrito, que luego de que la denominada Maquinaria Demócrata, se aseguró de que su respaldo era irreversible no tuvo más remedio para asumirla como su candidata.
Ahora, enfrentándose a dos adversarios latinos, la republicana Carmen Gómez de origen boricua y el hondureño José Alvarado (quien ocupó el puesto por 10 años y al que derrotó en las primarias), cuenta con el apoyo del liderazgo no sólo del partido, sino también el de la toda la comunidad. Rechaza que ese apoyo esté basado en la compasión por la muerte de su hermano, sino en el trabajo que ha desarrollado a favor de las comunidades que ya no soportan el nivel de violencia en Yonkers.
Descarta también que ganaría por ser la candidata demócrata. "Tengo meses y meses tocando puertas, me las abren les doy a las gentes hasta el número de teléfono de mi casa, lo que nunca hacen los políticos que sólo aparecen cada dos años en busca de votos. La comunidad tiene ya una relación tan estrecha conmigo que soy la candidata de su confianza".
Es como si fuera la hija adoptiva de todos.
Virginia sostiene que esa relación llega casi a un nivel familiar. Ha sido organizadora de marchas y protestas contra la violencia en las que se denunciaba el asesinato de su hermano. "Martín tenía sólo 25 años de edad y la violencia de pandillas es uno de los problemas más graves que confrontamos en Yonkers".
Señala que las pandillas se enfrentan violentamente por el control de los territorios, los que sólo les pertenecen a los residentes pacíficos y a quienes pagan sus impuestos.
Aparte de esa propuesta la que basa en el trabajo arduo para rehabilitar a la comunidad, plantea también aumentar los empleos, mejorar la educación, establecer nuevos negocios, programas juveniles para sacar a los jóvenes de las gangas y la violencia y entre otros, para los ancianos que la quieren, porque se ha convertido en su emblema y su voz al sentirse abandonados.
La posición que busca, legisladora del condado en Westchester la llevará a un asiento en la alcaldía local, cuya gestión critica por los recortes en los presupuestos de los policías, bomberos, escuelas y sanidad. "La forma de detener eso es parar el despilfarro de fondos que hace el alcalde". Cita como ejemplo la entrega de más de $1 millón de dólares a programas de agricultura, diciendo que en Yonkers no hay espacios para cosechar vegetales, porque el poquito de tierra disponible cultivable está en los patios de la gente que vive en casas individuales.
"La mayoría de los que venimos de la República Dominicana y otros países de América Latina, sabemos cómo cosechar vegetales en las propiedades, por lo que no es necesario que se gaste tanto dinero en ese programa", puntualizó, añadiendo que se trata de un programa duplicado que hay que eliminar o reducir para gastar esos fondos en otras áreas que sí necesitan recursos.
La policía arrestó a varios adolescentes a los que vinculó a pandillas del área, acusándolos de ser los responsables del homicidio.
Hace dos años, Virginia Pérez, destacada activista comunitaria decidió incursionar en la política local por primera vez en su vida, consciente de que sólo desde una posición legislativa municipal puede someter leyes que ayuden a enfrentar la violencia, el crimen organizado y el narcotráfico con medidas drásticas que reduzcan los niveles de delincuencia en el área.
"Nadie abrió la puerta, nadie llamó la policía, alguien tuvo que haber visto y oído algo, pero nadie movió un dedo", expresa en entrevista con este reportero en referencia a la noche trágica en la que su hermano fue ultimado. Se lo achaca al miedo de la gente.
La víctima estudiaba para entrar al Departamento de Bomberos y trabajaba como repartidor para que su hijo de 7 meses de edad, pudiera disfrutar de su primera navidad sin limitaciones económicas. "Esta violencia sin sentido tiene que terminar y estoy en una misión para acabar con ella, así que mi hermano no murió en vano. Desde ese día, decidió entrar al servicio público para hacer la diferencia", responde ella a la pregunta de si teme que sus adversarios la acusen de usar la muerte de su hermano para ganar el escaño.
Tan arduo fue su trabajo de activismo en el que tocó cada puerta de los residentes de los sectores que componen el distrito, que luego de que la denominada Maquinaria Demócrata, se aseguró de que su respaldo era irreversible no tuvo más remedio para asumirla como su candidata.
Ahora, enfrentándose a dos adversarios latinos, la republicana Carmen Gómez de origen boricua y el hondureño José Alvarado (quien ocupó el puesto por 10 años y al que derrotó en las primarias), cuenta con el apoyo del liderazgo no sólo del partido, sino también el de la toda la comunidad. Rechaza que ese apoyo esté basado en la compasión por la muerte de su hermano, sino en el trabajo que ha desarrollado a favor de las comunidades que ya no soportan el nivel de violencia en Yonkers.
Descarta también que ganaría por ser la candidata demócrata. "Tengo meses y meses tocando puertas, me las abren les doy a las gentes hasta el número de teléfono de mi casa, lo que nunca hacen los políticos que sólo aparecen cada dos años en busca de votos. La comunidad tiene ya una relación tan estrecha conmigo que soy la candidata de su confianza".
Es como si fuera la hija adoptiva de todos.
Virginia sostiene que esa relación llega casi a un nivel familiar. Ha sido organizadora de marchas y protestas contra la violencia en las que se denunciaba el asesinato de su hermano. "Martín tenía sólo 25 años de edad y la violencia de pandillas es uno de los problemas más graves que confrontamos en Yonkers".
Señala que las pandillas se enfrentan violentamente por el control de los territorios, los que sólo les pertenecen a los residentes pacíficos y a quienes pagan sus impuestos.
Aparte de esa propuesta la que basa en el trabajo arduo para rehabilitar a la comunidad, plantea también aumentar los empleos, mejorar la educación, establecer nuevos negocios, programas juveniles para sacar a los jóvenes de las gangas y la violencia y entre otros, para los ancianos que la quieren, porque se ha convertido en su emblema y su voz al sentirse abandonados.
La posición que busca, legisladora del condado en Westchester la llevará a un asiento en la alcaldía local, cuya gestión critica por los recortes en los presupuestos de los policías, bomberos, escuelas y sanidad. "La forma de detener eso es parar el despilfarro de fondos que hace el alcalde". Cita como ejemplo la entrega de más de $1 millón de dólares a programas de agricultura, diciendo que en Yonkers no hay espacios para cosechar vegetales, porque el poquito de tierra disponible cultivable está en los patios de la gente que vive en casas individuales.
"La mayoría de los que venimos de la República Dominicana y otros países de América Latina, sabemos cómo cosechar vegetales en las propiedades, por lo que no es necesario que se gaste tanto dinero en ese programa", puntualizó, añadiendo que se trata de un programa duplicado que hay que eliminar o reducir para gastar esos fondos en otras áreas que sí necesitan recursos.
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De Miguel Cruz Tejada
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