Principales vías fueron fuertemente vigiladas por policías.
SANTO DOMINGO. El paro convocado por el Foro Social Alternativo (FSA) para ayer se dejó sentir en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, notándose con mayor intensidad en el transporte público y el comercio, que redujeron sus actividades.
En la capital, el tránsito y las actividades comerciales se redujeron de manera considerable, igual que flujo de personas en las calles. Los comercios de las avenidas Isabel Aguiar, Padre Castellanos y 27 de Febrero cerraron sus puertas y en la Zona Industrial de Herrera la presencia de empleados se redujo drásticamente, mientras en la mañana muchas empresas mantenían sus puertas cerradas. En los barrios de la parte norte de la capital, los comercios cerraron sus puertas y todas las actividades se redujeron a cero.
En Santo Domingo Este el llamado se cumplió de forma masiva en las principales vías, barrios, y centros comerciales del municipio mayor de la provincia Santo Domingo.
Negocios como Megacentro tenían una reducción notable de su clientela, al punto de que muchas tiendas abrieron más tarde de lo acostumbrado; el tránsito por las vías más importantes, Charles de Gaulle, San Vicente, Mella, Mendoza, estuvo a niveles mínimos. Mientras, los ciudadanos realizaron labores recreativas en los parques municipales.
"Como la del 62"
En el municipio SD Norte la acogida del paro se evidenció, no sólo en la gran cantidad de negocios cerrados y la merma de personas en las calles, sino en que muchos de los que salieron a trabajar se mostraban a favor de la protesta.
Uno de ellos fue el señor Martín de la Cruz, quien decidió abrir su puesto de "chicharrón" en Villa Mella porque unos amigos se lo pidieron, según dijo, pero estaba totalmente de acuerdo con la huelga. "Esta me acuerda la huelga del 62, usted no estaba, pero era así mismo: muy bien organizada, todo el transporte paralizado y la ciudad tranquila", recordó De la Cruz, de 70 años.
En las estaciones del Metro la afluencia de pasajeros también se vio reducida, aunque la percepción variaba según el personal de cada estación: mientras unos decían que todo estaba igual que cualquier otro día, otros cajeros dijeron que las ventas se habían reducido más de un 50%.
En la Justicia
En los tribunales del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo se produjeron retrasos de más de dos horas en las audiencias como consecuencia de los traslados tardíos desde las cárceles de La Victoria, Najayo y el 15 de Azua de reclusos que tienen procesos pendientes. Asimismo, empleados del Ministerio Público y de los tribunales confrontaron dificultades para llegar a tiempo a sus lugares de trabajo, por la carencia de vehículos del transporte de pasajeros.
Hospitales y universidades
El paro se sintió también en los hospitales públicos, clínicas privadas, la docencia en las universidades y en las terminales del transporte interurbano. En los establecimientos de salud del Estado, las consultas fueron escasas, y en algunos la falta de servicios y la no procura de éstos por parte de pacientes coincidieron.
La mayoría de los médicos no laboraron, atendiendo el llamado del presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Senén Caba, que les pidió respaldar el paro y desoyeron el llamado del ministerio de Salud, Bautista Rojas Gómez Pública, quien calificó como moralmente inaceptablemente este planteamiento.
MERCADOS DETENIDOS
La actividad comercial en los Mercados Nuevo y Modelo estuvo a mínima. En el caso del Mercado Nuevo, el más importante del Gran Santo Domingo, la actividad estuvo tan reducida que había jóvenes jugando béisbol en las avenidas Paseo de los Reyes Católico y en la Duarte. Mientras que en el informal mercado de Los Mina el comercio se redujo a la venta al detalle, mientras que avenidas como la Duarte, Mella, París y Conde estaban virtualmente detenidas. En estas áreas el transporte público se movía a través de autobuses de la Omsa y de los cuerpos castrenses.
En la capital, el tránsito y las actividades comerciales se redujeron de manera considerable, igual que flujo de personas en las calles. Los comercios de las avenidas Isabel Aguiar, Padre Castellanos y 27 de Febrero cerraron sus puertas y en la Zona Industrial de Herrera la presencia de empleados se redujo drásticamente, mientras en la mañana muchas empresas mantenían sus puertas cerradas. En los barrios de la parte norte de la capital, los comercios cerraron sus puertas y todas las actividades se redujeron a cero.
En Santo Domingo Este el llamado se cumplió de forma masiva en las principales vías, barrios, y centros comerciales del municipio mayor de la provincia Santo Domingo.
Negocios como Megacentro tenían una reducción notable de su clientela, al punto de que muchas tiendas abrieron más tarde de lo acostumbrado; el tránsito por las vías más importantes, Charles de Gaulle, San Vicente, Mella, Mendoza, estuvo a niveles mínimos. Mientras, los ciudadanos realizaron labores recreativas en los parques municipales.
"Como la del 62"
En el municipio SD Norte la acogida del paro se evidenció, no sólo en la gran cantidad de negocios cerrados y la merma de personas en las calles, sino en que muchos de los que salieron a trabajar se mostraban a favor de la protesta.
Uno de ellos fue el señor Martín de la Cruz, quien decidió abrir su puesto de "chicharrón" en Villa Mella porque unos amigos se lo pidieron, según dijo, pero estaba totalmente de acuerdo con la huelga. "Esta me acuerda la huelga del 62, usted no estaba, pero era así mismo: muy bien organizada, todo el transporte paralizado y la ciudad tranquila", recordó De la Cruz, de 70 años.
En las estaciones del Metro la afluencia de pasajeros también se vio reducida, aunque la percepción variaba según el personal de cada estación: mientras unos decían que todo estaba igual que cualquier otro día, otros cajeros dijeron que las ventas se habían reducido más de un 50%.
En la Justicia
En los tribunales del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo se produjeron retrasos de más de dos horas en las audiencias como consecuencia de los traslados tardíos desde las cárceles de La Victoria, Najayo y el 15 de Azua de reclusos que tienen procesos pendientes. Asimismo, empleados del Ministerio Público y de los tribunales confrontaron dificultades para llegar a tiempo a sus lugares de trabajo, por la carencia de vehículos del transporte de pasajeros.
Hospitales y universidades
El paro se sintió también en los hospitales públicos, clínicas privadas, la docencia en las universidades y en las terminales del transporte interurbano. En los establecimientos de salud del Estado, las consultas fueron escasas, y en algunos la falta de servicios y la no procura de éstos por parte de pacientes coincidieron.
La mayoría de los médicos no laboraron, atendiendo el llamado del presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Senén Caba, que les pidió respaldar el paro y desoyeron el llamado del ministerio de Salud, Bautista Rojas Gómez Pública, quien calificó como moralmente inaceptablemente este planteamiento.
MERCADOS DETENIDOS
La actividad comercial en los Mercados Nuevo y Modelo estuvo a mínima. En el caso del Mercado Nuevo, el más importante del Gran Santo Domingo, la actividad estuvo tan reducida que había jóvenes jugando béisbol en las avenidas Paseo de los Reyes Católico y en la Duarte. Mientras que en el informal mercado de Los Mina el comercio se redujo a la venta al detalle, mientras que avenidas como la Duarte, Mella, París y Conde estaban virtualmente detenidas. En estas áreas el transporte público se movía a través de autobuses de la Omsa y de los cuerpos castrenses.
De Diario Libre
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