Como adelantamos por aquí los conciertos del bachatero Prince Royce en República Dominicana iban a estar plagados por las improvisaciones.Por lo menos en la función que se desarrollaba la noche del viernes en el puerto de Sans Souci, de la capital, se dieron situaciones cuestionables.
Lo primero fue que muchos de los asistentes cansados de esperar por dos horas de que alguien decidiera darles acceso al lugar, se avalanzaron sobre la seguridad, derribaron las puertas y entraron a la fuerza sin entregar las boletas.
Y como si esto fuera poco, tras la actuación de uno de los grupos contrapartes, a José Cruz ( del que creía que era solo vendedor de la emisora La Mega de Nueva York y no presentador ) se le ocurrió subir a la tarima a la transexual Mía Cepeda, quien dio un espectáculo desagradable expresando tantas vulgaridades le llegaran a la boca.
Sin importar la presencia de niños (que no se como entraron a un show patrocinado por una cerveza) Mía fue capaz de decir que "a los hombres hay que sacarles el último centavo y la última gota de semen".
Tanto que se ha cuestionado las preferencias sexuales de Prince Royce y entonces suben en su show a un travesti, eso es como para que la gente siga alimentando esos comentarios ¿ no creen?
Merecía mejor montaje
Sobre el montaje hay que señalar que dejó mucho que desear. Se valieron de una tarima que parecía para unas "fiestas patronales" de una zona rural del país.
No entiendo, con el criterio de proyección a nivel internacional que están manejando a Prince Royce y lo ponen a actuar aquí en un escenario para aficionados y de veladas domésticas cuando se supone que su debut debió ser a lo grande.
Para colmo el artista cometió el error de cantar sus dos temas populares entre sus primeros cinco ofrecimientos musicales y entonces dizque muchos le dejaron el "limpio" tras escucharlos.
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