Un video recoge los últimos momentos con vida de los niños y al chofer mientras tomaba
Las imágenes de un video que muestra los últimos momentos alegres de los siete niños y jóvenes que murieron el domingo cuando regresaban de un pasadía en un vacacional de La Victoria, contrastaban ayer con las escenas de dolor y desesperación que vivían sus familiares en el sector Canaán II, de Los Solares de Villa Mella, donde residían.
El video, que fue grabado por ellos mismos mientras se divertían en la piscina del Club Campestre Estrella de Belén, enseña además al supuesto chofer del autobús en que viajaban, mientras ingería alcohol “a pico de botella”. El chofer y el cobrador huyeron tras el choque.
Michael Veras, de 14 años de edad; Anderson López, de 13; Jenny Rosario, de 16, y Willy Corcino, de 17, eran velados ayer en casas vecinas del barrio Canaán II, en tanto que los cadáveres de Emmanuel Báez y Primitivo de los Santos, de 13 años de edad, y Carmen Genao, de 18, eran velados en Los Guaricanos.
Mientras, se encuentra en estado crítico Eliandro Cabrera, de 19 años, y en condiciones estables Joel Medina y Víctor Amador, de 15; Andrés Disla, de 17, e Idalisa Araujo, de 13, quienes están recluidos en el hospital Ney Arias Lora.
Hace varias semanas que los jóvenes organizaron por sí mismos el paseo al centro vacacional, imprimiendo incluso boletas por valor de RD$200 en las que colocaron el logo del colegio Jehová. Al viaje asistieron 30 muchachos de distintos centros educativos.
El dolor. “Haz un milagro Señor, Dios mío haz un milagro”, imploraba ayer la señora Tania Ogando, como pidiendo al creador que devolviera la vida a su nieto Michael, mientras lloraba desconsolada ante el ataúd con sus restos mortales.
El velatorio se realizó en la sala de la vivienda de madera y techo de zinc, que el niño compartía con su padre y sus hermanos.
La señora no sabía que cuando Michael pasó a desayunar junto a sus compañeros a una fritura que atiende en el sector El Torito, montados en el minibús que les llevaría al vacacional, sería la última vez que vería con vida a su “chaniquito”, como le decía.
A solo unos metros de allí, Dulce Ramírez lloraba la muerte de su nieto Anderson, quien le había pedido permiso para asistir al viaje hace más de una semana. “Abuela tú nunca me dejas ir a ningún paseo, tú nunca me das permiso y todos mis amigos van”, decía la señora recordando las palabras del niño de solo 13 años.
A esto se agrega el dolor de la madre, que vive en Suiza junto a su hija menor, y que tramitaba los documentos para que el niño y su abuela se les unieran en ese país.
Todos los niños vivían en pequeñas casitas de madera, bloques y techos de zinc con humildes ajuares.
Testimonio. Uno de los sobrevivientes narró que pocos minutos antes del accidente, el cobrador del minibús discutió con el chofer y le pidió que le cediera el volante, porque estaba ebrio conduciendo a alta velocidad.
La respuesta del chofer fue zigzaguear el guía con fuerza gritando “tú ves que yo estoy bien”, lo que provocó que perdiera el control del vehículo y chocara un poste de luz, se incendiara y volcara, próximo a Haras Nacionales.
Así lo narró Sauris Rosario, de 16 años, quien resultó con un brazo fracturado y heridas en la nariz y la frente. El joven dice que en el trayecto de regreso todos venían cantando y bailando alegres, hasta que hicieron silencio, asustados. Su memoria, dijo, no le da para recordar más de ahí.
Zoom
Prófugo
Vecinos del sector Canaán II, de Los Solares de Villa Mella, donde residían algunos niños fallecidos, incendiaron neumáticos para exigir la entrega del chofer que guiaba el minibús accidentado.
“Rufino”, como se conoce al conductor, está prófugo desde anoche, cuando abandonó junto al cobrador el lugar donde ocurrió la tragedia.
Gravedad
Se encuentra en estado crítico Eliandro Cabrera, de 19 años, y en condiciones estables Joel Medina y Víctor Amador, de 15; Andrés Disla, de 17, e Hidalisa Araújo, de 13, quienes están recluidos en el hospital Ney Arias Lora.
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